Antoni Aguilar

Antoni Aguilar

El arte de la transformación humana: Antoni Aguilar y su contribución en psicoterapia

Antoni Aguilar es Licenciado en Medicina y cirugía por la UAB, además de terapeuta gestáltico, corporal y transpersonal, con más de 30 años de experiencia en el campo de la psicoterapia. Discípulo de Claudio Naranjo y colaborador en el programa SAT internacional; está formado en diferentes enfoques psicoterapeúticos como TCI con Antonio Pacheco, Restauración de Relaciones con Susana Stroke, PNL, Terapia Breve Estratégica de A. Nardone, Psicoterapia Clínica con Juanjo Albert… Es, asimismo, Formador y Supervisor de Terapia Gestalt, miembro Didacta y Supervisor de la AETG, titulado en Terapia Corporal Integrativa, y experto en Eneagrama; así como Psicoterapeuta Transpersonal titulado, y Miembro de la Sociedad Europea de Psicoterapia Transpersonal (EUROTAS). Su confianza en la capacidad de transformación de las personas a través del acompañamiento terapéutico le llevó a fundar el Cercle de Consciència, que abarca los cuatro círculos correspondientes a las áreas en que Antoni Aguilar se ha especializado: Gestalt, Corporal, Sexualidad y Transpersonal.

Ha desarrollado su orientación espiritual profundizando desde diversas tradiciones místicas y contemplativas, formándose como Instructor de Vipassana en la escuela del maestro Dhiravamsa. El interés por la meditación le llevó a especializarse en la práctica del Zen con Anik Billard durante más de dos años, para posteriormente seguir las enseñanzas Dzogchén con el maestro Namkhai Norbu. Últimamente lo encontramos centrado en la práctica Kriya yoga de Paramahansa Yogananda.

Cercle de Consciència: Un viaje de sanación y autoconocimiento

A Antoni Aguilar le mueve principalmente su espíritu de buscador, y desde su amplia práctica clínica, tanto en terapia individual como grupal, y su conexión intuitiva con las necesidades emocionales de las personas, tiene la capacidad de detectar las pulsiones sociales del momento; estas habilidades, unidas a su visión de futuro, capacidad de liderazgo y contagioso entusiasmo, le han permitido llevar a cabo diversos proyectos vanguardistas con la creación de los diferentes “Cercles”. En el año 2000 abre el primer centro, dedicado a la Gestalt, en Barcelona, teniendo el honor de ser apadrinados por Claudio Naranjo, abriendo posteriormente Escuelas y Formaciones en Ibiza, Mallorca, Tarragona, Madrid, México, Colombia y Perú. Formador y Supervisor, imparte cursos en España, así como en Latinoamérica. Últimamente ha desarrollado una nueva visión de la Gestalt, tomando como referencia el espíritu de la Gestalt Viva de Claudio Naranjo, y subrayando la implementación en lo social de los valores gestálticos, según sus propias palabras “si la Gestalt es: aquí, ahora, y lo que está pasando; ¿cómo no vamos a estar ocupados y activos en el cambio social?”.

Posteriormente, percibe la necesidad de hacer una terapia que profundice a través del trabajo con el cuerpo en liberar tensiones y mejorar síntomas somáticos e incorpora la Formación TCI, fundada por Antonio Pacheco, de inspiración neo-reichiana y bioenergética; ampliando posteriormente la propuesta al estudio somático de los diferentes eneatipos.

En el campo de la terapia corporal, es también el introductor en España del trabajo de Evania Reichert y Sergio Veleda, reconocidos maestros de la Escuela neo-reichiana de Brasil que, desde su enfoque de Prevención de la neurosis y a través de la Psicomorfología están formando toda una generación de terapeutas somáticos españoles.

Años después, funda el área de Sexualidad que recoge las tendencias actuales y las optimiza desde una mirada terapéutica y sanadora que permite disfrutar de la sexualidad en plenitud; entendiendo la sexualidad como un camino de autoconocimiento capaz de llevar a la vivencia trascendente.

“La ampliación de la conciencia y el cultivo del cambio social son los objetivos finales de nuestro trabajo terapéutico.”

~Antoni Aguilar.

Finalmente, su trayectoria vital le lleva a observar el fondo que subyace en cualquier tipo de terapia, un anhelo muy humano de conexión con lo divino, con lo que nos trasciende; lo que le lleva a fundar el Cercle Transpersonal, que engloba todas las áreas anteriores, así como los aspectos meditativos de las grandes tradiciones de sabiduría orientales.

Su propio proceso de búsqueda le lleva a conocer de primera mano el trabajo chamánico, primero con los huicholes en México, y posteriormente con los indígenas mazatecos, y con los shipibo en la selva amazónica de Perú. En los últimos años se ha dedicado al estudio e investigación de las técnicas transpersonales, lo que le ha llevado a ser un precursor e introductor en España del estudio y la implementación de la Psicología Transpersonal, siguiendo los pasos de su maestro Claudio Naranjo. Como investigador se ha especializado en el estudio y utilización de diferentes técnicas para inducir estados ampliados de conciencia y en la utilización de agentes potenciadores como coadyudantes en la psicoterapia, siendo uno de los principales especialistas en acompañamiento en Psicología y Psicoterapia Transpersonal en España y Europa, aunando la sabiduría y conocimiento de los diferentes caracteres psicológicos, junto a la profundidad de los trabajos transpersonales, especializándose en la investigación del potencial sanador de los estados ampliados de conciencia.

Acompañamiento terapéutico y estados ampliados de conciencia

Su mirada actual, después de más de 30 años de experiencia profesional, ha adquirido una perspectiva plenamente transpersonal, así, Antoni Aguilar entiende la terapia como el arte del acompañamiento en la transformación humana; un proceso de conocimiento de la parte egoica, para después, trascenderla y llegar a sentir la conexión entre los seres humanos, la naturaleza y lo Sagrado -el Universo… o sea cual sea el nombre que cada uno quiera darle-. Desde este convencimiento, los valores que promueve su escuela se basan en un encuentro con la parte más esencial del ser humano y con valores que hasta ahora no estaban en primera fila, o han sido desvalorizados, como el amor, la empatía, la compasión, la colaboración, el cuidado de la tierra, la ecología… Desde este encuadre terapéutico transmite, en cualquiera de los 4 Cercles, los valores espirituales que trascienden al hombre abriendo así nuevas posibilidades para el crecimiento personal y espiritual, con el objetivo de contribuir a la ampliación de la conciencia y al cultivo del cambio social.

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